Desde que me he hecho con unos patines old school, vaya, los de toda la vida de cuatro ruedas, todas las maravillosas tardes-noches de verano me las paso llendo por un camino al lado del rio que hay aquí en Bayona.
Al volver estás de un tranquilo... y el mundo es bello.
A parte de eso... Mis amigos me están dando calabazas para ir a San Fermines así que hoy, el mundo, no está en blanco y rojo.
Un queso.
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