miércoles, 14 de noviembre de 2012

Hotel Viru

En estos días en los que me como un par de periódicos al día y empiezo a tener una de las cosas que más dentera del mundo me da: las llemas de los dedos sucias, las digestiones se me complican, ya que no dejo tiempo de una noticia a otro.
No hay digerido la tragedia de un lugar para pasar a la siguiente.

Hoy entre el mareo tipográfico un reportaje me ha llamado la atención. En Estonia, antiguo territorio de la URSS, estaba situado el ùnico hotel (de cuatro estrellas) en el cual los soviéticos dejaban alojarse a los turistas.
El ascensor de este edificio marca 22 pisos, pero han descubierto un 23avo. Un cuartito de unos 20 metros cuadrado que servia de cuarto de escucha. La KGB espiaba desde su propio corazôn a Estonia.
Han encontrado micrôfonos en la argenteria, en los platos para no perderse ni una miga de las conversaciones.




Los trabajadores siempre eran contratados bajo la premisa de hablar ùnicamente ruso, a fin de evitar posibles huîdas.
Las trabajadoras de la limpieza eran un punto fundamental para llevar a cabo este espionaje, pues las ûnicas trabajadoras rusas llevaban a cabo escuchas a los clientes.


 
 
Hoy los estonios han creado de todo esto un museo dentro del propio hotel, un museo de la KGB en el que el visitante puede deleitarse con todos los utensilios, papeles, telêfonos, ropas, etc. que utilizaban en la êpoca.
 
 


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